
“Lo primero fue ordenar. Ordenar el personal, las cuentas y la obra pública. Si no ordenas, no podés crecer. Pagamos lo que se debía, denunciamos lo que había que denunciar y seguimos esperando que la Justicia haga su parte”, afirmó el jefe comunal.
Mientras el voto libertario arrasó en el Valle de Lerma, Moldes fue la excepción. Carrasco lo atribuye a la cercanía y al trabajo visible. “Cuando uno camina el pueblo y te ven laburando, la gente lo nota. No hace falta prometer demasiado. El vecino sabe quién está y quién no”. Pero si algo no le perdona a las gestiones anteriores, es la deshonestidad. “En Moldes no faltó plata, faltó honestidad. Se gastaron la guita en otra cosa, se la chorearon. Y la gente lo sabe”, disparó. Desde su llegada, el municipio presentó nueve denuncias penales contra exintendentes, entre ellos Rita Carreras, por obras inconclusas, contrataciones irregulares y venta de bienes del Estado.
“Esto no es venganza, es justicia. La política no puede ser refugio de impunidad. Si la Justicia no actúa, el daño lo paga la comunidad”, advirtió Carrasco, en un mensaje que apunta tanto al pasado como al presente. Y en un contexto nacional de ajuste, el intendente marcó distancia del modelo libertario. “Nos tocó un gobierno que no hace viviendas, no construye hospitales ni escuelas. Nosotros salimos a cubrir todo eso. Mientras otros recortan, Moldes construye”, sostuvo.
Entre las obras en marcha destacan viviendas, un lote social de 10 hectáreas, un centro de primera infancia, un playón deportivo y nuevos pozos de agua. Además, se proyecta una plaza central, cordón cuneta y tendido eléctrico para barrios populares. Carrasco resume su gestión con una fórmula simple, pero contundente: “La gente no pide milagros. Pide que no le mientan, que no le roben y que las cosas se hagan bien”.
Valle de Lerma Hoy
