
Hoy, en el monumento ubicado en avenida República de Bolivia y Robustiano Patrón Costas, familiares, compañeros y autoridades rindieron homenaje a su memoria. Entre lágrimas, una verdad volvió a arder, los brigadistas combatieron el fuego, sin el equipamiento necesario ni cobertura laboral.


Once años después, la justicia sigue sin cerrar la herida. Las causas judiciales se extendieron por años entre apelaciones, archivos y demoras. El Estado provincial fue condenado a indemnizar a las familias de Valdez y Vilte, pero los pagos recién comenzaron a efectivizarse en 2025, más de una década después. “Es difícil, la plata llegó tarde y mi hijo no vuelve”, expresó Omar Valdez, padre de Mauricio, quien dejó tres hijos pequeños. La familia aún vive las consecuencias de una tragedia que pudo evitarse.
Los brigadistas fueron enviados a enfrentar un infierno con recursos mínimos, en terrenos imposibles, y pagaron con su vida la negligencia y la desidia estatal. Años más tarde, un video recuperado del celular de uno de ellos reveló el horror de sus últimos minutos, reabriendo la causa y el debate sobre las condiciones de trabajo.
Valle de Lerma Hoy
