
Al ser detenido, Borda se identificó como gendarme, pero el can antinarcóticos marcó la presencia de estupefacientes. En la caja del vehículo hallaron seis paquetes con cocaína, una balanza de precisión y más de medio millón de pesos.
Ante el juez federal Sebastián Argibay, el comandante asumió toda la responsabilidad, desligando completamente a sus acompañantes. La Justicia determinó su procesamiento con prisión preventiva y un embargo millonario, mientras que los dos cerrillanos fueron liberados al dictarse la falta de mérito. Los trabajadores salteños declararon que desconocían el contenido de las mochilas y que confiaron en el gendarme, a quien consideraban su patrón. “Borda me pidió perdón, yo le tenía mucha confianza”, expresó uno de ellos.
Valle de Lerma Hoy
