Las elecciones del 26 de octubre no son una cita menor. Son las llamadas elecciones de medio término, esas que muchos subestiman, pero que terminan definiendo mucho más de lo que parece. Ese domingo, el país renovará parte de ambas cámaras del Congreso. En el caso de Salta, se eligen seis representantes nacionales: tres senadores y tres diputados. Simple, pero decisivo.

Y acá viene lo importante, doña Rosa —como decimos en la mesa chica—: lo que pase el 26 va a incidir directamente en el 2027, aunque parezca lejos. Porque el 27 de octubre de 2027 la provincia elegirá Gobernador, intendentes, legisladores y concejales. Y todo dependerá, en gran medida, de cómo salga parada la política salteña este 26.

Porque no solo se trata de quiénes van al Congreso, sino de qué estructura política queda fortalecida y cuál empieza a hacer las valijas. Los legisladores nacionales de Salta —los que están y los que podrían llegar— no solo levantan la mano en Buenos Aires: negocian poder, obras, pactos y favores.

Se los ha visto votando según sopla el viento, dependiendo del acuerdo entre Nación y Provincia, y no siempre a favor de los salteños. La semana pasada, por ejemplo, los tres diputados salteños se retiraron de una sesión clave, dejando que la votación favoreciera al Gobierno Nacional. Antes, lo contrario: se quedaron, levantaron la mano y obedecieron. Así, a la carta.

Y no hay que ser muy ingenuo para notar los movimientos extraños, las fotos, los silencios, y los alineamientos improvisados. Yolanda Vega, exintendenta de Cerrillos, ya lo demostró en carne propia: se retiró del recinto en una sesión clave, favoreciendo al Gobierno de Milei.
Después, la misma Vega cuestionó públicamente a la candidata oficialista, la ingeniera Flavia Royón, la elegida de Sáenz. ¿Crítica sincera o mensaje político al Gobierno Nacional? En política, los gestos hablan más que las palabras.

Cuando el Gobernador encabeza la campaña de sus candidatos, el mensaje es claro: sus candidatos no despegan solos. Sáenz sabe que si el resultado es adverso, el golpe político lo recibe él. Porque el sistema es matemático: La fuerza más votada se lleva dos senadores y dos diputados. La segunda, apenas uno y uno.

Si Royón no logra ingresar, el golpe será demoledor. No solo para el oficialismo provincial, sino también para el armado de cara al 2027, donde se jugará todo: poder territorial, continuidad y supervivencia política. Y ojo, porque La Libertad Avanza crece en las encuestas y Urtubey se mueve en silencio, esperando el tropezón ajeno.

Por eso el 27 de octubre, el día después de las elecciones, algunos van a estar preparando sus discursos de victoria, y otros directamente haciendo las valijas. Así de simple. Porque el 26 define mucho más que seis bancas: define quiénes llegan con oxígeno al 2027 y quiénes se quedan sin aire antes de tiempo.

Sí, el 26 condiciona. Y mucho.

Por Jaime Barrera

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