
El operativo, ejecutado bajo estricto hermetismo, buscaba desarticular una red de microtráfico que habría tendido vínculos directos con distribuidores de Salta Capital. De acuerdo con las primeras informaciones, se trataría de al menos cinco bocas de expendio que operaban en distintos puntos del municipio y abastecían al Valle de Lerma.
A diferencia de otros procedimientos, las comisarías locales no habrían participado del operativo, lo que refleja el nivel de reserva y coordinación con el que se movió la División de Drogas Peligrosas, dependiente de la Policía de la Provincia. Durante los allanamientos, los uniformados secuestraron sustancias estupefacientes, elementos de fraccionamiento y teléfonos celulares, que ahora son analizados por los investigadores para determinar el nexo entre las células operativas de Rosario de Lerma y los proveedores capitalinos.
No se brindaron detalles oficiales sobre la cantidad de detenidos, aunque se confirmó que varios domicilios fueron requisados y que los operativos y allanamientos continúan. La investigación llevaría varios meses de seguimiento encubierto, y los agentes venían observando una creciente expansión del microtráfico en la zona, con el surgimiento de pequeños “almacenes” dedicados a la distribución y recaudación del dinero proveniente del tráfico de estupefacientes.
Valle de Lerma Hoy