
Pero la realidad fue otra, el galpón terminó saqueado, vacío y en ruinas, como muestra de la desidia política y el incumplimiento de quienes manejaron aquel proyecto. Durante más de una década, el lugar permaneció cerrado, olvidado y convertido en un emblema del fracaso institucional. Hoy, el predio fue finalmente cedido al municipio, que se propone devolverlo a los vecinos bajo una nueva lógica, transformarlo en un espacio de oportunidades y capacitación.

“En los próximos días, el personal municipal avanzará con el reacondicionamiento de baños y conexiones eléctricas, pasos fundamentales para poner en marcha un espacio que busca convertirse en motor de desarrollo comunitario” explicaron desde el municipio. La recuperación del predio en Las Tunas no solo es un avance material, sino también un llamado de atención, los vecinos merece que los espacios públicos se gestionen con transparencia, compromiso y visión de futuro, y no que se transformen en monumentos al olvido.
Valle de Lerma Hoy