Adriana Chilo, docente jubilada y exvicedirectora de la institución, recuerda con claridad que el pedido comenzó en 2005, en medio de la gran lucha docente de aquel año. “La escuela ya no se podía sostener: techos volados, pozos ciegos colapsados, paredes agrietadas… todo era un parche. Decidimos que, si había que salir con los padres a la calle, lo haríamos. No pedíamos lujos, pedíamos un edificio digno”, señala.
El Ministerio de Educación de entonces solicitó un relevamiento de la matrícula para definir el proyecto. Sin embargo, los años pasaron y distintos gobiernos provinciales, desde Romero hasta Urtubey, inauguraban escuelas en el departamento, mientras la Castilla quedaba relegada. Recién en 2022, tras nuevas gestiones y el empuje de los docentes autoconvocados, Nación dio luz verde al financiamiento, aunque la inflación retrasó su inicio hasta 2023.
El edificio, de 804 metros cuadrados, incluye seis salas con sanitarios, SUM, patios, dirección, administración y espacios de apoyo pedagógico. Un avance significativo para el nivel inicial, pero que deja en evidencia una deuda mayor, la escuela primaria Manuel J. Castilla, que sigue funcionando en un edificio deteriorado y sin las condiciones mínimas para albergar a cientos de estudiantes.
“Fue una fuerza común la que logró que la obra se concrete, entre docentes, directivos y padres. Pero el pedido original siempre fue por la primaria. Hoy celebramos el inicio con el jardín, pero no podemos olvidar que la comunidad aún espera lo más importante, un nuevo edificio para la Castilla”, remarca Chilo.
Así, el nuevo jardín se está levantando como símbolo de la lucha docente y la perseverancia comunitaria. Sin embargo, en El Carril, la esperanza no se detiene en el corte de cinta, la verdadera batalla sigue siendo que la escuela madre, la primaria, también tenga su merecida renovación.
Valle de Lerma Hoy
