Durante el último fin de semana, Yurquina estuvo al frente de los controles en toda la jurisdicción. El balance fue positivo: se labraron 14 infracciones en la vía pública, se verificaron boliches sin registrar novedades, se realizaron recorridos preventivos en distintas fincas y solo se intervino en una fiesta familiar en Potrero de Quijano por ruidos molestos, que terminó con la correspondiente infracción.
Más allá de los números, lo que destaca es el estilo de trabajo. “Siempre trato de estar en todos lados, me subo a los móviles y recorro la jurisdicción. Escucho a la gente, tomo en serio cada pedido y le doy la importancia que merece, aunque parezca un reclamo menor”, expresó el subcomisario, quien es conocido por mantener un trato respetuoso con los vecinos y por frenar de inmediato lo que no corresponde.
Su figura se hace visible en las calles: se lo ve circular, controlar y acompañar al personal en cada procedimiento. Esa presencia no solo fortalece la tarea policial, sino que también transmite confianza en una comunidad que suele reclamar más cercanía de las autoridades.
En tiempos en los que el rol de la Policía es muchas veces cuestionado y vilipendiado, el trabajo de Daniel Yurquina recuerda que detrás del uniforme hay profesionales comprometidos con el servicio público, con la seguridad de todos y con la convicción de que el respeto es la base de cualquier relación con la ciudadanía.
Valle de Lerma Hoy
