
Desde el área de Tránsito local confirmaron que, tras analizar los datos y consultar con personal de salud y fuerzas de seguridad, concluyeron que la mayoría de los accidentes se debe a errores humanos, exceso de velocidad, uso del celular al conducir o consumo de alcohol, y no a fallas mecánicas. Pero lo más extraño surgió cuando comenzaron a revisar qué pasó con los 500 cascos homologados entregados gratuitamente.
En su momento se priorizó la entrega a trabajadores que usan la moto como herramienta diaria, como bomberos voluntarios, agentes sanitarios, personal de tránsito, empleados de empresas locales y vecinos en general, según detalló Elizabeth Amun, del Centro de Emisión de Licencias. A pesar del esfuerzo institucional, la realidad en las calles es otra: los cascos no se ven y los accidentes aumentan. “Venimos trabajando fuerte en prevención, pero no se está reflejando. La conciencia es el gran desafío”, afirmaron desde Tránsito.
Valle de Lerma Hoy

                    
    