Daniel Marinaro, es candidato a concejal por la Lista 401 del frente Cambiemos en Cerrillos, sin experiencia previa en cargos públicos ni en la militancia tradicional, llega al ring electoral con un mensaje claro: romper con la política clientelar y construir una nueva forma de representar a los vecinos. “Prefiero no llegar antes que ganar a cualquier precio”, cuenta.
Su postura desafía las prácticas tradicionales de campaña: entrega de bolsones, promesas que se esfuman tras el día de las elecciones y el “bulto” que arrastran algunos candidatos. “Hay muchos que dicen ser nuevos, pero usan la misma política vieja. Yo quiero otra cosa”, explica Marinaro.
Con más de una década de trabajo en el sector inmobiliario, Marinaro tiene un diagnóstico del principal problema que enfrenta Cerrillos: el crecimiento urbano desordenado. “Hay normativas que ya no se aplican, otras que quedaron viejas y algunas nuevas que necesitamos incorporar. Desde el boliche hasta el parque industrial, hay que planificar el pueblo que queremos”.
Uno de los puntos más fuertes de su discurso es su convicción de que el trabajo en el Concejo debe ser transversal. “Una vez que llegás, hay que sacarse la camiseta del partido. Si desde otro bloque proponen algo que beneficia al vecino, lo vamos a apoyar”, dice, tomando distancia del absolutismo partidario. Marinaro plantea una forma distinta de hacer política: sin “militancia obligada” ni actos masivos. “No hace falta que la gente camine a la par mía. Yo voy a ser quien trabaje por ellos. Lo importante es qué hace el concejal cuando llega, no cuánta gente lo acompaña en la campaña”, concluye.
Valle de Lerma Hoy