Hay quienes planean robos con precisión quirúrgica… y luego está este muchacho. En la mañana de este domingo, un joven con muy poca astucia decidió poner a la venta, a plena luz del día y en la calle Marcos Tamer, una serie de elementos que, casualmente, habían desaparecido horas antes en otro barrio de Rosario de Lerma. Entre su “oferta especial” figuraban una hormigonera, una carretilla y hasta alambres del 10. Todo muy casual.
Pero claro, el ingenioso comerciante ladrón olvidó un pequeño detalle: cuando ofreces herramientas de construcción a precios de ganga, en un pueblo donde todos se conocen, es muy probable que el verdadero dueño ande cerca. Y así fue. Un vecino albañil, a quien le habían robado esos mismos elementos en la madrugada, se percató de la “coincidencia” y dio aviso a la policía.
Minutos después, los efectivos de la Subcomisaría San Jorge llegaron al lugar y, ante la incapacidad del vendedor para justificar la procedencia de su mercadería, lo demoraron y lo pusieron a disposición de la justicia. Mientras tanto, nuestro protagonista del día probablemente esté reflexionando sobre su fallida incursión en el mundo del comercio ilícito. Un consejo para la próxima (si es que la hay): al menos intenta ser un poquito más discreto.
Valle de Lerma Hoy