Campo Quijano fue sitiado por más de cien efectivos de policía y divisiones especiales, gracias a la carta abierta del curita de la Parroquia Santiago Apóstol, que se quejó de la inseguridad reinante en el pueblo luego de que su sobrino sufriera la rotura a pedradas de su comercio, cerca del centro.
La misiva del sacerdote Marcos Villarreal llamaba a la intervención de las autoridades ante los disturbios y la “pérdida de la paz y la armonía” en la localidad; fue publicada en facebook y leída en las radios locales, llegando a oídos de la jefatura policial del sector 82. Inmediatamente, apenas una hora después, se anunció a toda la prensa que se realizaría un gran operativo en la zona y que incluso acudiría el Ministro de Seguridad de la Provincia, Carlos Oliver, a “patrullar el pueblo”.
La movilización de efectivos fue impresionante: más de 100 policías afectados al operativo, una decena de móviles recorrió cada rincón de Quijano; actuó la caballería, infantería, brigada de investigaciones, policía vial, división ambiental y división de drogas peligrosas; cerraron la entrada a los barrios San Jorge y San Roque para realizar allanamientos, controlaron a comercios y entrevistaron a vecinos puerta a puerta.
Finalmente, y quizás lo más insólito de todo, fue el saldo del importante mega operativo: tres menores ebrios que fueron devueltos a sus padres y 11 infracciones a motociclistas por circular sin la documentación.
Valle de Lerma Hoy