La Senadora por el Departamento de La Caldera, Silvina Avilés, quedó en el ojo de la tormenta luego de una mordaz crítica proveniente de la periodista y presidenta de la Multisectorial de Mujeres, Marta César, quien acusó a la legisladora no solo de no trabajar, sino de accionar “en contra” de los derechos de las mujeres salteñas.
La embestida provino en consideración del slogan con el que Avilés logró una banca: “una mujer al Senado”, lo cual hasta ahora no devino en la esperada gestión a favor de la equidad de género, ni en lo político, ni en lo social. De hecho, las organizaciones feministas reprobaron enérgicamente a la senadora cuando afirmó que Salta podría ser “una fábrica de abortos” como justificativo para avalar el protocolo que frena el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Tildaron al hecho de un “atentado contra las niñas y discapacitadas violadas”.
Lo cierto, es que varias iniciativas en beneficio de las mujeres obtienen media sanción en Cámara de Diputados, pero mueren en la de Senadores; pueden contarse las leyes de fertilización asistida, la sala de lactancia materna en oficinas públicas, la licencia por maternidad y paternidad, y el proyecto político para que las listas electorales se conformen un 50% de varones y un 50% de mujeres. Según Marta César, la presencia de Avilés en el Senado “no sirvió absolutamente para nada” y que en realidad mostró una postura muy cerrada a las iniciativas del sector.
“Las que lleguen deben tener consciencia de género, para que no ocurra lo mismo que con Avilés que no levanta un dedo por los derechos de las mujeres”, declaró en otra oportunidad la presidenta de la Multisectorial.
Valle de Lerma Hoy
