R.DE LERMA: FAMILIA CON DISCAPACITADOS ESPERA POR UNA VIVIENDA HACE 8 AÑOS

Gabriel Burgos es canillita. Tiene un pequeño de 7 años que sufre atrofia cerebral y a su mujer que tiene una enfermedad a los huesos. Ella apenas puede caminar y esta medicada. Viven es un inquilinato. En setiembre deben entregar esas habitaciones porque la dueña le explicó algo increíble de creer: “por ser los tres discapacitados, no los va a poder sacar de la casa”. Es el prejuicio que a diario debe soportar Gabriel y su familia. Confiesa que tiene dos pequeñas pensiones. Una es de su hijito y la otra es de Burgos, cuyo padecimiento está relacionado con una desviación de columna.

El problema de Burgos lleva 8 años. Presentó sus papeles al Instituto Provincial de la Vivienda desde hace mucho tiempo. Nunca tuvo la fortuna de acceder a una vivienda del estado. La situación se ha complicado últimamente porque a donde va a buscar alquilar le piden entre 5 a 7 mil pesos por mes y con depósito de garantía.

“Yo no sé si nuestro problema es nuestra discapacidad, o por ser discapacitados que tenemos tantas trabas de todos lados. Desde el estado hasta la gente común. Piensan que vamos a ‘manguearle’ todo. No es así, somos discapacitados con dignidad”

Para colmo donde alquila Gabriel y su familia es un inquilinato compartido con 9 personas. Su preocupación radica por la falta de vivienda. Pide por lo bajo su derecho de discapacitado, pero no apela a la lástima, ni la crítica desmedida. “Entiendo que no hay viviendas para nadie. Que hay gente con espera de muchos años. No pedimos para comer. Yo me las rebuscó y a pesar de las crisis, con los diarios y revistas me hice mi clientela en estos años. Tengo para comer. El techo me aflige”. Hasta el momento no pudo acceder a sorteos oficiales. Espera por su oportunidad. Mientras deberá seguir buscando alquilar.

Valle de Lerma Hoy

 

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