El ritual se extendió en diversos barrios y parajes. En El Carril participaron los vecinos junto al municipio en el fogón en honor a San Pedro y San Pablo, como marca la tradición del 28 de Junio a la medianoche, en honor al primer Papa y el gran Apóstol de los Gentiles. Según la tradición, ambos fueron ejecutados alrededor del año 67, después de Cristo, por orden de Nerón. Pedro fue crucificado cabeza abajo según su deseo, por considerarse indigno morir como su maestro. Pablo fue conducido a Ostia, y allí fue decapitado.
La actividad se realizó en el predio al lado del Centro de Salud en la parte cercana a la cancha del Club Nobleza. Concurrieron numeross vecinos. Estas costumbres ancestrales no sólo significan mantener vivas las tradiciones que nuestros antepasados nos enseñaron. Son momentos de esparcimiento y disfrute familiar. La muerte de los Apóstoles por crucifixión y decapitación, para los católicos, se asocia de este modo, en el rito de la fogata, con el sacrificio en la hoguera. Así, en lo alto de la «fogarata» no suele faltar “el muñeco”, una figura humana hecha al modo de los espantapájaros, que es quemado como expiación colectiva, o para rendir homenaje a mártires inocentes.
Estas costumbres siguen en la actualidad con algunos cambios culturales, aunque los fogones son el clásico de las noches de San Juan, San Pedro y San Pablo en toda nuestra región.
Valle de Lerma Hoy
